1960 – 2100
Escrito en 2020
Esta mañana al despertar tuve perfectamente claro lo que acababa de estar
soñando. Era interesante. Lo voy a compartir contigo:
Era un sueño en dos etapas bastante claras y diferenciadas, en la primera yo
regresaba al pasado, hasta 1960, es decir sesenta años atrás. Me encontré
con mis padres y quise sorprenderlos contándole cosas de hoy. Has debido ver
lo sorprendidos que estaban y hasta cierto punto incrédulos de que todo lo que
les contaba fuese realmente cierto.
Les conté, entre otras cosas, que en esta época comunicarse era distinto, ya
casi nadie tiene teléfono en la casa, todos usan teléfonos inalámbricos,
pequeños que caben en el bolsillo y que son unipersonales, cada uno tiene el
suyo con su número propio. Mediante ellos no sólo puedes comunicarte con la
voz, también con imagen a color y a cualquier país. Y en esos mismos
aparatos puedes ver mapas de donde quieras, tomar y ver fotografías,
preguntar lo que quieras, en cualquier idioma teniendo la respuesta inmediata,
escuchar y reconocer la música que quieras... Esos aparatos saben dónde
estás y te indican cómo llegar a cualquier sitio con mapas y fotos de dónde vas
y por donde vas...!
ooooooooooooooooooooooo
En la segunda parte de mi sueño aparecieron mis dos nietos, ambos tenían
casi noventa años, venían de 2100 y se presentaron ante nosotros, sus
abuelos, para contarnos cómo son las cosas en ese momento, con la
seguridad de que nosotros estaríamos también sorprendidos e incrédulos.
Nos contaron sólo algunas cosas que ahora recuerdo de mi sueño, dijeron que
hay cosas que solamente se encuentran en algunos museos y que dejaron
totalmente de usarse... Miren, dijeron ambos, ya no hay periódicos impresos,
libros sólo en las bibliotecas, nadie lee en papel impreso. Ya no hay salas de
cine, ya no se fabrican pianos mecánicos, sólo se ven en los museos y en
casas de familias antiguas, todos son eléctricos, no se desafinan nunca y
suenan igual o mejor que los mejores de antes.
Ya no hay computadoras ni celulares ni cámaras de fotos, todos tienen T.U.
(Tablets Unipersonales) que logran comunicación inmediata y que toman
fotografias y filman con resultados superiores a las mejores cámaras de hoy.
Los carros a motor a gasolina o petróleo prácticamente ya no existen. Los
automóviles eléctricos prácticamente andan solos y tienen llantas que no se
inflan, aunque en realidad cada año hay menos vehículos individuales.
Todas las casas se abastecen de baterías solares para todo, las ciudades no
tienen cables, todo es inalámbrico. En las casas no hay mesa de comedor, en
los baños ya no existen los bidés, tampoco hay cuartos de cocina. Nadie
trabaja ni va al colegio o universidad más lejos que 10 kilómetros de su casa,
además casi todo el trabajo y el estudio se hace en la casa. Las pantallas de
TV son enormes, casi de 3 metros.
Se viaja poco y nada, reuniones de trabajo tienen lugar todos los días,
inalámbricamente, las antiguas salas de conferencia ya no existen. Los viajes
de turismo han desaparecido casi del todo. Los jardines no tienen grama que
cortar, hay unas gramas artificiales perfectas que no se riegan ni se cortan.
Los trenes y metros no tienen conductores. Muchos icebergs en el mar son
artificiales para evitar que el agua aumente su temperatura.
Los diagnósticos médicos e inclusive las operaciones quirúrgicas son realizados
por aparatos de P.I. (Perfecta Inteligencia) antes llamada inteligencia artificial.
La edad humana promedio es de 100 años. La religión prácticamente es
inexistente. Hay apenas cuatro idiomas reconocidos. Los T.U. traducen todo a
cualquiera de los otros idiomas, nadie habla más de una lengua, nadie escribe
a mano en papel, ni siquiera para firmar, las partituras musicales no existen
más en papel, los anteojos o gafas no existen, todo es intraocular.
La comida animal o vegetal se ha reducido drásticamente, casi todo es artificial
y químicamente perfecto, no hay casi gordos ni flacos. El deporte es casi todo
bajo techo. Los cementerios, existen aún algunos, sólo se visitan como
curiosidad, nadie es enterrado más. El dedo meñique en los pies tiene
tendencia a desaparecer. Cada vez hay menos ojos azules o verdes y la
mayoría tiene pelo oscuro y ya casi no hay piel blanca. El pelo rojizo dejó de
existir. Los animales salvajes desaparecieron, no más leones o tigres o
elefantes. Dicen que hay dos zoológicos en el mundo que han logrado mantener
algunos vivos y temen que no se reproducirán. Las corridas de toros dejaron de
existir ya allá por 2030.
Muchos de los aparatos electrodomésticos ya no existen, no hay más
aspiradoras, ni pulidoras, ni lavadoras ni secadoras ni siquiera cocinas. Telas
como la seda o el algodón desaparecieron del todo. Por cierto, hace 40 años
se dejó de vender en las tiendas de ropa, blue-jeans previamente rotos o
desgarrados que durante cortos años sí gustaban...
Los choferes de taxi y los taxímetros desaparecieron del todo ya hace mucho
tiempo, todos esos servicios están manejados por ELECTRUBER y TACSI,
dos empresas competidoras. Por cierto ya dejó de usarse el cambio bi-anual de la hora.
Cada vez hay menos países con ejército, las armas tradicionales están en
museos. El dinero en monedas o billetes simplemente ya no existe. Las oficinas
de correos han desaparecido, no hay más estampillas ni sobres. Los muebles
de madera sólo se ven en algunas casas antiguas y en los museos, los
bosques de madera desaparecieron casi del todo y los muebles son de
diversos materiales incombustibles, sin embargo no plásticos y totalmente
bíodegradables. Existe ahora el compromiso de algunos dirigentes
vanguardistas de recrear bosques.
Luego de un casi incontenible crecimiento exponencial, la población mundial se
ha reducido ahora a menos de la mitad, no se ha logrado del todo eliminar la
pobreza. Los desiertos han incrementado su tamaño. Se intentó
infructuosamente conquistar otros planetas. Muchas de las fronteras entre
países han desaparecido dando lugar apenas a unas pocas regiones, más que
países en su concepto actual.
La antigua NATO u OTAN desapareció dando lugar a la OMDA o ADMO,
Organización Mundial para la Defensa Ambiental. Hay sólo tres países que
no pertenecen a esta organización. El Vaticano se convirtió en un enorme y
bellísimo museo. Los inviernos son cada vez más largos y los veranos más cortos.
Desperté entonces de mi sueño y me quedé un buen rato con las manos detrás
de la cabeza sobre la almohada, angustiado, pensando...!
Adolfo Pardo