El parque del Laberinto de Horta hoy es un espacio público, no fue así en sus orígenes,

cuando Juan Antonio Desvalls i Ardena, marqués de Llupià, de Poal y de Alfarrás,

lo concibió como su propio jardín privado. 

Desvalls le encargó el proyecto al paisajista y jardinero italiano Domenico Bagutti.

Este trabajó en el jardín hasta el año 1808, creando un espacio de clara fisonomía neoclásica.

Una imagen que se ha mantenido en el tiempo, con importantes modificaciones realizadas durante

el Romanticismo para conformar ahora un espacio realmente atractivo y "fotografiable".